EL DEPORTE Y TU SALUD, SIEMPRE EN MANOS DE PROFESIONALES

El mundo del deporte en nuestro país está siendo sacudido en las últimas semanas por no pocos terremotos, muchos de ellos muy mediáticos. Desde  sonados casos de dopaje, mafias que manipulan los resultados de las competiciones sobornando a deportistas o incluso mandatarios y dirigentes que protegidos por el boato y el pávulo de negocios del “sport bussines”, mancillan la imagen de algo que en esencia es bueno, de una práctica que hace un mundo mejor.  Pero son sin duda hechos que entristecen a quienes hemos elegido  una forma de vida que a nos llena y que sin duda mejora la vida, la nuestra y la de quienes con nosotros la comparten.

Es una suerte que la mayoría de  la gente sepa discriminar, leer más allá del titular de la noticia sensacionalista y rápidamente desvincular al DEPORTE, de estos individuos a los que lo único que les mueve es el interés personal, saltandose las reglas sin ningún tipo de verguenza ni escrúpulo y además muchas veces, jugando con la salud y la vida de los demás.

Cada vez, el fenómeno de la actividad física se está convirtiendo en una de las armas principales para que la sociedad de nuestros días combata a plagas tan devastadoras como el sedentarismo, las enfermedades cardiorespiratorias o disfunciones psicológicas que en un estress de vida cuasipermanente, encuentran el caldo de cultivo ideal para proliferar. Millones de niños, adultos y mayores casi diariamnete han “saltado del sofá” para pasar a la acción. No importa el motivo, ni el deporte, ni siquiera donde lo realizan, lo importante es que una sociedad que hace unas décadas estaba anestesiada por la inactividad física, ahora ha despertado al animal que llevaba dentro para conseguir algo para lo que el ser humano estaba fantásticamente diseñado, pero que se estaba olvidando, moverse.

¡Qué bien suena todo esto! Pero esta bonanza aparente, también es motivo de conflicto y debate en estos últimos días. Como se dice ahora, las redes sociales están que hechan humo… Y ¿cuál es el problema? El intrusismo profesional.

El intrusismo profesional

El problema aparece cuando en una actividad muchas veces poco regulada y practicada por millones de personas, afloran al olor del negocio pseudoprofesionales que amparados en una imagen, una trayectoria deportiva, en una sofisticadisima web con una APP. futurista, ofreciendo servicios de entrenamiento, asesoramiento, coaching personal sin la recomendable, necesaria, obligatoria formación para ello. Y lo que es peor, sin el conocimiento necesario

En algunas comunidades autónomas, se está empezando a requerir de forma obligatoria las titulaciones necesarias para desarrollar una actividad en un gimnasio, en una escuela deportiva y esto está generando mucha polémica y encontronazos enque quienes tienen la autoritas y la postestas para hacerlo y quienes simplemente se han “autoautorizado” y ahora protestan.

No es un caso tan mediático como los Blatter y los Platinnis, porque afecta a la gente de “a pié”, a personas como tú y como yo que cada día nos ponemos la ropa de deporte para intentar vivir la vida haciendo lo que nos gusta. Lamentablemente esta falta de sensacionaliosmo, hace que los medios no lo reflejen y los usuarios no se dan cuenta, hasta que muchas veces es demasiado tarde. El tema es más grave de lo que parece, ya que muchas veces una práctica saludable se convierte en el inicio del camino hacia la lesión, hacia la enfermedad o incluso, a algo peor.

Los colegios profesionales de cualquier actividad económica suelen ser una de las defensas de primera instancia para intentar evitar que aparezcan situaciones como la que estamos describiendo. No es habitual ni cotidiano, que alguien diseñe y dibuje los planos de una casa sin ser arquitecto. Ni es habitual ni cotidiano que un enfermo crónico de alguna enfermedad, atienda pacientes de dicha especialidad, por muchas recaidas que haya tenido. No resulta tampoco habitual ni cotidiano que ejerza de juez en un juzgado un ladrón reincidente, aunque se sepa todos los trucos y vericuetos que utilizaba para su actividad malechora. Sin duda, todos ellos pueden desarrollar cada una de estas profesiones, claro está si previamente estudian, se preparan y acreditan la formación necesaria y obtienen  las correspondientes titulaciones para ello.

¿Qué ocurre en el deporte?

Técnicamente existe una ley del deporte, donde todas las titulaciones necesarias para desarrollar una actividad, están reflejadas pero la realidad es que a la hora de la verdad, no se ha realizado el adecuado control sobre ellas. Y poco a poco, con el paso de los años y con el crecimiento de público objetivo, se ha ido llegado a la situación actual.  Proliferan muchos indocumentados, digo bien, indocumentados ejerciendo nuestra profesión y haciendo daño muchas veces a la gente.

Yo, que soy Licenciado en Ciencias de Educación Fisisca y el Deporte y que llevo ya más de dos décadas en esto, soy de los que me gusta hacer propio el dicho de “vive y deja vivir”, pero en esta ocasión prefiero saltar yo también del sofá para decir “basta ya”. Yo trabajo en un gimnasio y día a día convivo con compañeros y compañeras de profesión que dedican mucho tiempo, esfuerzo y dinero por formarse durante todo el año. En unos casos, gente joven y con poca experiencia, y nos puede parecer normal que tengan la necesidad de formarse. Pero en otros casos, profesionales consolidados, a los nunca llegaré en muchas áreas a acercarme en su capacidad de  conocimiento y desempeño de la profesión que día a día comparten conmigo y con nuestro equipo. Y también ellos y ellas dedican tanto o más esfuerzo por aprender, por formarse, por disfrutar de la profesión navegando en un aprendizaje continuo. ¿Y sabéis por qué lo hacemos? Porque nos gusta lo que hacemos, tenemos “pasión por el deporte, pasión por la actividad física, pasión por la salud en movimiento”.

No es el objetivo de este breve artículo ponerme como ejemplo de nada, ya que hay miles de profesionales en este país y en otros muchos, que hacen lo mismo, cada día. Probablemente igual de bien o mejor, pero creo que la mayoría coincidimos en lo mismo, no es justo que luego nuestros clientes y con ellos su salud y su vida y su experiencia con el deporte lleguen a manos de personas interesadas en desarrollar una actividad profesional o económica sin tener la preparación, el conocimiento y la titulación para ello. Y muchas veces, por desgracia, ninguna de ellas. Por este motivo considero que los usuarios, los consumidores, los amantes de la práctica deportiva, los que cada día nos preocupamos por vivir en un mundo mejor a través del deporte, debemos exigir que los profesionales que nos atiendan, lo sean, que lo acrediten y además que lo demuestren en cada sesión, en cada entrenamiento en cada experiencia deportiva.

Yo al menos, a mi me lo exijo.

Carlos Arraiza

Director Gerente Fitclub Pamplona